martes, 15 de abril de 2014

Poemas de David Martínez

I

Incierta noche, noche de iniciación
Revélame los cánones del tiempo,
Mira que supe del dolor agazapado,
 Y Penumbras merodean mi alma
Como  centellas en las calles de tu universo.

Iníciame, entonces, mi única amiga
Confidente de insomnes y vigías,
Iníciame, en los pertrechos del olvido
Donde abunde el no y la ceniza,
 Donde la pequeña muerte del recuerdo
Sea otro lucero Tras las luces citadinas.

¡Oh, Luna! Hija de la noche negra,
Negra como inescrutables sus ojos,
Ella se va para no volver, se va para no volver,
El dolor se levanta, La noche no habla.

Quemadas las fotos, tu figura revuelve las cenizas
Y no hay nada para agregar, 
Seré iniciado, en las artes del olvido.



La ciudad convulsa

La ciudad convulsa no regala
Ni un solo espacio
Ni un solo minuto;
Vuelves la mirada
Y has perdido la carrera.
El cielo sin estrellas y la noche
Melancólica llaman por ti.
En el patio, los pozos
se han desbordado de tristeza.
El mar apuntala el peso de las barcazas
Mar oscuro de oscuras tristezas.

¿Después de tantas metamorfosis,
Después de tantas crisálidas vacías

Aún sigo siendo el mismo?


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